lunes, 11 de mayo de 2015

20. HOTELES

Así es: hoteles.

Llevo días dándole vueltas a un comentario de un compañero de trabajo. A la hora del café hablaba sobre el fantástico fin de semana que había pasado junto a su mujer en un hotel "de encanto" cerca del mar. Había podido "aparcar" a sus dos niños y, según él, había tenido la oportunidad que intimar hasta la saciedad con su esposa. En medio del relato soltó la siguiente frase:
           -No se que nos pasa, cuando entramos en la habitación de un hotel que a los dos nos entran ganas de follar...

Así de claro y conciso dejó caer la idea que no deja de atormentarme... porque he podido constatar que realmente es cierta. 
Qué le ocurre a la gente que cuando entra en la habitación le entra ganas de hacerlo? Qué es exactamente lo que sube la líbido? 

Durante un tiempo trabajé en una empresa donde tenía que viajar a menudo. No iba solo, iba con una compañera de trabajo y, aunque siempre dormíamos en habitaciones separadas, con el tiempo llegó un momento que acabábamos la jornada laboral en posición horizontal. La frase: en tu habitación o en la mía se convirtió en algo normal. Llegó un momento que, como en la mayoría de veces las habitaciones individuales tienen camas dobles, simplemente ni pisábamos una de las dos habitaciones: llegábamos, echábamos un polvo, trabajábamos, comíamos, volvíamos al trabajo, echábamos otro polvo, cenábamos y si el día no había sido muy agotador, cerrábamos el día "felizmente".
Desgraciadamente el tema duró un año y medio, ya que el director se enteró (no sé como) de nuestro affair y nos despidió a los dos. La parte positiva es que mi mujer jamás se enteró.

Pero... hubiera tenido lugar nuestra relación de no haber sido por nuestras visitas a los hoteles? Creo que no. Hay alguna ley no escrita que dice que en un hotel se debe fornicar siempre. Y mi teoría se reforzó cuando, por casualidad, conocí a una persona que trabajaba de recepcionista. La respuesta fue tajante:
              - Pues claro! La gente no debe follar en casa y vienen a hacerlo aquí. Y además los muy guarros lo ensucian todo. 

Así pues, aunque todavía no he sido capaz de entender el motivo, mi teoría se ha confirmado con las aventuras de mi compañero de trabajo. Y es que, realmente, el hecho de tener relaciones en el hotel es un negocio, y no estoy hablando de prostitución, estoy hablando de las famosas cajitas que venden en el hipermercado para regalar en cuyo interior hay un par de vales para pasar una "inolvidable noche romántica con tu pareja"....  Qué creen? Que van a llegar a la habitación y van a ver la película Ghost desde la cama mientras beben champán? Pues no. Ya sabemos lo que va a pasar... 

En fin, supongo que la inmensa mayoría que lea este post pensará que realmente tengo razón, y a los que no lo crean... pruébenlo... verán como es verdad....