miércoles, 29 de julio de 2015

21. HAY GENTE REALMENTE IDIOTA


En seguida sabrán a que me refiero.... pongamos por ejemplo que estoy en la cola del banco. Como siempre sólo hay una persona en la ventanilla de caja. Llevo un par de cheques para ingresar: una transacción simple y rápida.
Al rato entra una persona, y se pone a la cola detrás mío. Al cabo de un par de minutos esta persona empieza a soplar y a maldecir en voz baja, luego se le da por dar aspavientos y poner cara de indignación a la vez que sube el volumen de sus quejas. Miro el reloj. Desde que llegó no deben haber pasado más de cuatro minutos. De repente esta persona deja la cola y va a la otra punta del banco, hacia un empleado que se sienta tras una mesa en la cual pone claramente "Seguros". Le pregunta si le puede hacer el favor de ingresar una cantidad de dinero en su cuenta a lo que el empleado de seguros le indica amablemente que vaya a la cola de caja. Nuestro protagonista se indigna todavía más y empieza una discursión con el pobre hombre de los seguros.

Entretanto, por la puerta, entra una mujer y se pone a la cola detrás de mí. No puede evitar escuchar el percal que está montando nuestro amigo. Éste, tras maldecir nuevamente, vuelve a la cola de caja, pero encuentra a la mujer que ha ocupado su puesto. De malas maneras le increpa y le hace ver que él va detrás mío y que ella se ha colado. La mujer, educadamente, le contesta que cuando ha llegado no había nadie. La cosa empieza a calentarse y finalmente nuestro protagonista me coge por el hombro y me pregunta con voz irada:
          -Oiga joven, verdad que estaba yo?
A lo que le contesto:
          -Oiga... usted se ha ido de la cola por intentar pasarse de listo... pues ahora le han quitado el puesto...
Los insultos dirigidos a mi, a la mujer y al banco suben de volumen y tras maldecir a todo quisqui agarra la puerta y se va del banco... sin haber hecho su ingreso.

¿Y bien? Me gustaría que alguien me explicase el motivo de un comportamiento tan estúpido. He de reconocer que mi respuesta fue muy provocativa y desafiante, pero estoy hasta las narices de los listillos... y de los idiotas.

Vamos por otro tipo de idiota. Hace unos días fui a la gasolinera a meter gasolina al coche. Es una gasolinera de autoservicio. Sin personal. Había cuatro surtidores dobles sin ningún coche, por lo que me metí en el más fácil de maniobrar. Salgo del coche, meto la tarjeta de crédito e introduzco el importe. Al momento entra otro coche en la estación de servicio... ¡Y se pone a hacer cola detrás de mí! ¡Toda la puñetera gasolinera para él y se pone detrás mío! Pensando en lo imbécil que llega a ser la gente procedo a llenar el depósito. Miro al conductor del vehículo. Se está poniendo nervioso. Mira el reloj y empieza a hablar solo. Acabo de llenar el tanque de mi automóvil, cuelgo la manguera y vuelvo al cajero para pedir el recibo. Al ver que no quito el coche va el tío y me pita gritando que saque el coche. Me giro y, alzando la voz, le digo:
          -¡Pero si tienes toda la puta gasolinera para ti!
El hombre mira a su alrededor y tras volver a maldecir tira para atrás su vehículo y lo mete al lado de uno de los siete surtidores libres.

Vamos por otro ejemplo de estupidez:

Un día cualquiera. Cierran una calle por obras. La alternativa es pasar por otra paralela que está a una manzana. Así lo describe un enorme cartel colocado en medio de la calle. Observo atentamente la reacción de los conductores. Se paran frente a la señal de calle cortada y obstaculizando el tráfico. Miran al infinito. Se ponen nerviosos. Soplan. Gritan. ¡Salen del coche y le preguntan al operario por dónde tienen que pasar! El chaval les enseña el cartel. Ellos maldicen. No reaccionan al momento. Están colapsados. Tiran para atrás sin mirar siquiera y se van... ¡saltándose la calle alternativa!

Un gran amigo mío solía decir: "Hay gente que no entiendo como sobrevive"

Pues tenía razón y creo que la culpa la tiene la misma sociedad en la cual vivimos. Estamos acostumbrados a que nos indiquen siempre el camino, que nos lo den todo hecho y cuando hay un contratiempo no sabemos qué hacer ni cómo actuar. Ayer mismo estaba en la farmacia, mientras me atendían a mí entró un hombre de mediana edad y pidió a la otra dependienta un fármaco para el dolor de cabeza. Ésta le respondió que se habían terminado y que al día siguiente tendría más. El hombre se quedó de piedra: ¿Y ahora que hago? Contestó muy preocupado... A ver... deja que piense... ¡Pues o vas a otra farmacia o te esperas a mañana, que nadie se muere por una jaqueca! 

¿Qué nos pasa? ¿Nos estamos volviendo imbéciles sin darnos cuenta?

Un compañero de trabajo: "¡Me he dejado el móvil en casa!" " No se vivir sin él" "Me falta algo" "A mediodía iré a buscarlo aunque no me de tiempo de comer"

O sea... Es más importante el móvil que comer... bien, ¿no?

Bueno, sea como sea, estamos rodeados de idiotas... y puede que usted sea uno.