sábado, 6 de agosto de 2016

26. INTRUSISMO PORNOGRÁFICO

Después de un largo periodo de inactividad, he decidido volver a escribir después que ayer, por error, recibiera por Whatsapp un vídeo casero sexual de un compañero de trabajo. El vídeo, de unos tres minutos de duración, esta grabado en primera persona con un teléfono móvil en alguna habitación de hotel. En él aparece una joven, no muy agraciada, por cierto, en plena felación. Mi compañero de trabajo, mientras suspira de placer, va grabando la escena. Su escena. Para conseguir un plano general, de vez en cuando, dirige la cámara hacia un gran espejo que hay a la derecha de la cama y, entonces, tenemos una idea de lo lamentable que resulta todo el conjunto. Finalmente mi compañero de trabajo parece que llega al orgasmo, o al menos es lo que se puede deducir por sus exclamaciones obscenas ya que llegados a ese punto suelta el móvil, el cual pasa a grabar el techo de forma estática, para centrarse en el objeto de su encuentro: el clímax de la felación.

Lo primero que hizo tras percatarse de su error a la hora de enviar el archivo de vídeo fue asaltarme a mi mesa y, con una sonrisa forzada, dijo:
               -Hola tío, te he mandado un vídeo porno mío por error. Si quieres verlo tranquilo, no pasa nada, si no lo borras... Sabes que pasa? Ahora lo grabo todo, me da más morbo... deberías probarlo.

Hoy en día  todo el mundo que tiene un smartphone, sea más sofisticado o más sencillo, camina diariamente con una cámara de fotos y vídeo en su bolsillo. Ello implica que se tomen más fotos y vídeos que hace veinte años. Y, de la misma forma que cuando alguien ve un atardecer tiñendo de rojo el cielo y las nubes saca su teléfono y captura el momento con una foto pensando que es un fotógrafo profesional,  cuando tiene relaciones sexuales se cree Larry Flynt y se le da por grabar el momento.

Y es que en momentos de calentura extrema se puede llegar a olvidar lo penoso e incluso desagradable que puede llegar a quedar aquella foto o vídeo de sexo casero y el uso que se le puede dar. Por ejemplo yo podría haber subido el vídeo de mi compañero a internet en vez de borrarlo.

Hacer un vídeo de contenido sexual no es fácil. Necesitamos una serie de elementos de suma importáncia:


                *El cámara: para que esté bien hecho, se necesita a alguien que grabe y sepa cómo hacerlo, los vídeos en primera persona denotan escasez de recursos.
                *La cámara: grabar con un ipad o un teléfono móvil no es profesional.
                *Luz: la lámpara de pie del comedor no sirve de luz de relleno.
                *Maquillaje: la piel sin maquillar deja un acabado satinado o brillante en cámara.
                *Los actores: es evidente que no todo el mundo se desenvuelve igual delante de una cámara, el hecho de que todos tengamos nuestro pene no nos convierte en una estrella del porno de la noche a la mañana.
                *El guión: (sí, el guión, lo han leído bien). No hace falta grandes diálogos, pero sí una guía que deben seguir los actores, de esta forma nos ahorramos momentos como: "Y ahora que hago? Continuo en su pecho o ya me meto en sus partes inferiores?"


Alguien podría decir: para grabar un vídeo sexual casero no hacen falta tantas cosas! Y yo les contestaría: depende de si quieres dar lástima o excitar.