miércoles, 14 de septiembre de 2016

27. CAPULLOS AL VOLANTE

Bueno, el título de la entrada lo dice todo... y es que hace un tiempo que me doy cuenta que los conductores energúmenos parecen aumentar de forma exponencial por nuestras carreteras. Y no me refiero a los idiotas que, por ejemplo, exceden los límites de velocidad poniendo en peligro a los demás y a sí mismos. Me refiero a otro tipo de idiota, me refiero al idiota tipo: "yo conduzco de puta madre y los demás no"

Realmente estos también son peligrosos. Pongamos el típico ejemplo de una glorieta. Nosotros circulamos por el carril correspondiente y llega el capullo en cuestión y nos corta el paso para poder salir a la vez que nos pita y nos insulta pensando que somos nosotros los que actuamos mal, cuando la verdad es que es él el que no tiene ni idea.


Pongamos otro ejemplo lamentable que da que pensar sobre la psique de estos individuos.

¿No se han cruzado nunca con el típico imbécil que cuando alguien le hace algo frena de golpe en medio de la calzada y se queda allí parado un rato con cara de "habéis visto este tarugo lo que me ha hecho"? ¿Tan idiota es que no se da cuenta que él no ha hecho nada más que frenar y que ahora ahí quieto está poniendo en peligro la circulación? Nadie le ha dicho: "Mira tío, deja de poder cara de indignado y arranca de una puñetera vez!"

Siguiente ejemplo: Vamos por la carretera y el coche que tenemos delante va a velocidad de tortuga, nos disponemos a adelantarlo, ponemos el intermitente, nos desplazamos al carril contrario y justo cuando estamos a su altura, sin tan solo mirarnos, el tío empieza a acelerar... nosotros desistimos del adelantamiento y volvemos a nuestro carril. Instantes después el vehículo que no nos ha dejado adelantar porque ha empezado a correr a media maniobra, vuelve a bajar la velocidad.... Es idiota?... pues mucho me temo que sí....

Cuarto ejemplo: El gilipollas que usa el claxon como método para exteriorizar sus frustraciones. Pita por todo y a todo el mundo. Pita porque se acaba de poner verde, pita porque va a adelantar, pita cuando sale de un parking, pita en las curvas, pita a los ciclistas, pita a los que cometen errores, pita cuando va a buscar a alguien a su casa para que baje a la calle...  

Se me ocurren decenas de prototipos de capullo al volante... pero todos dan pena.

La carretera  es como la vida, están las buenas personas, las malas y las locas... con la pequeña diferencia que, por algún oscuro motivo, en el interior de nuestros coches, potenciamos nuestro lado bueno o el malo.