jueves, 23 de octubre de 2014

17. ESTOY HARTO DEL BLOG

Así es. Estoy hasta las narices de escribir en mi blog. Porque... a quién le importan mis vivencias? Sinceramente creo que a nadie. Pienso que el hecho de escribir un blog y publicarlo es un ejercicio de narcisismo extremo. "Mi vida es tan importante que debo compartirla con los demás"

Pues no. Mi existencia no es más interesante que la de cualquier otra persona. Por este motivo no me gusta Facebook: el escaparate de nuestra vida. Allí donde la gente plasma su cara pública, la cara que le gustaría que la gente viera de él. 

De manera que he decidido dejar de escribir sobre mis experiencias. Tal vez, algún día retomaré la escritura, pero sólo será un acto de autoreafirmación.

Tras dieciocho entradas cierro el blog. 
A los pocos lectores que me han seguido: agradecerles su lectura.

Se despide alguien común. Alguien que simplemente ama la vida tal i como es y cuya única aspiración es seguir viviendola para acumular sabiduría.






miércoles, 15 de octubre de 2014

16. QUE VIEJO SOY!

Que viejo soy! Ese es el sentimiento que me ha invadido tras descubrir que un chico de unos veinte años que trabaja conmigo no sabe quien era Freddy Krueger.Les cuento: 

Debido a los recortes de personal nuestra jornada laboral se ha ampliado de forma considerable. Ello implica que, entre otras cosas, tenemos sólo una hora para comer. Con tan poco tiempo es imposible ir a casa y la solución pasa por traer el "taper" y comer en la sala de juntas o ir de restaurante cada día. Los que cobramos menos en la empresa hemos optado por la sala de juntas. De este modo se diferencia claramente que hay dos niveles salariales el mío y el de los que ganan más. Aunque haya un individuo que pertenece a mi nivel "social" y que cada día va de restaurante para aparentar, no deja de ser que somos el populacho de la oficina, y como tal pues cada día hablamos sobre temas trascendentales mientras comemos. Hoy han tocado  las películas de terror. Yo he comentada que me consideraba un gran fan de Freddy Krueger y sus chistes macabros y ha sido cuando el chaval ha preguntado:
          -Freddy Krueger? Y ese quién es?
          -No sabes quién es? Joder! No puede ser... 
          -No lo se... de qué va?
Asombrado le contesto, y al hacerlo veo que todos los de su quinta están atentos a mi explicación.
          -Freddy Krueger es un tío que trabajaba en unos altos hornos y hacía horas extras matando niños. Un día los padres preocupados por la buena convivencia en el barrio lo quemaron vivo para vengarse y ahora aparece en los sueños de los adolescentes con la cara quemada, un jersey a rayas y un guante con cinco cuchillos, uno en cada dedo. Si te mata en el sueño entonces mueres de verdad.
Un silencio ha inundado la sala de juntas. Un compañero de mi edad ha añadido:
          -...y el único modo de matarlo es hacerlo en el sueño...
Otro silencio.
          -Ya. -Contesta el chico.
         -Bueno, ya se que así contado puede que pierda un poco, -digo- pero os aseguro que está muy bien.
De repente me doy cuenta que este chaval probablemente no haya utilizado en su vida un cassette (ya ni hablemos de una Revox), no sepa lo que es un minidisc (ya ni hablemos de un laserdisc) y que probabemente haya visto por su casa unas cajas negras con dos ventanas llamadas video VHS pero que ignore que existía el video Beta o el 2000. 
Los años no paran nunca y yo voy envejeciendo cada día un poco mas. Llegará un momento en que acuda a las excursiones de jubilados y mi único cometido en la vida sea contar mis batallitas y aborrecer a la juventud... por pura envidia.




lunes, 13 de octubre de 2014

15. MI COCHE NO VALE NADA

Así es. Mi coche, que en su día me costó una pequeña fortuna, a la hora de entregarlo al concesionario donde quiero adquirir uno nuevo ha perdido todo el valor. 

Les cuento:
Tengo un VW Golf y tras ocho años con él he decidido cambiarlo por otro igual. En un principio, cuando voy a mirar precios y modelos todo son facilidades y buenas caras. El problema llega cuando a la pregunta: "Tiene usted coche a cambio?" Mi respuesta es: "Sí" 
Entonces el vendedor pregunta si podemos verlo para hacer una tasación y mi respuesta afirmativa nos conduce al aparcamiento del concesionario.
          -Es este. -Digo abriendo las puertas con el mando.
El vendedor, con cara de haber perdido una apuesta, se lo mira detenidamente mientras va hablando para sí mismo:
          -Si, claro... ya veo ya... uuuuuuuy... ya, ya... a ver?... vaya.... y esto?... claro... mmmmm... si, si, si... bien... creo que ya lo tengo... vamos?
Y tras eso volvemos a la oficina. Se sienta en su silla y tras manejar la calculadora dice:
         -Bien, teniendo en cuenta el año de matriculación, el estado del vehículo y el kilometraje, podemos darle 2000 € por su coche.
Un prolongado silencio inunda el pequeño despacho.
          -Dos mil? Sólo dos mil?... 
          - Si, claro.
          -No lo entiendo... qué quiere decir con "estado del vehículo"? Que yo sepa no tiene ni un arañazo... 
          -Si, bueno, ya sabe, la verdad es que los coches pierden mucho valor y además piense que nosotros, para venderlo de nuevo, tedremos que revisarlo a fondo, dar una garantía.... y eso es mucho dinero... y luego están los ciento treinta mil kilómetros...

O sea, vayamos por partes. El coche en cuestión me costó veintitres mil euros en su momento. De manera que calculando un poco por encima sale que ha perdido dos mil seiscientos euros por año. 
El coche gasta una media de siete litros cada cien kilómetros. Eso significa que para hacer los ciento treinta mil kilómetros he gastado unos nueve mil cien litros. Pongamos que, de media, un litro de gasolina vale uno con treinta y dos. Para comprar los nueve mil cien litros necesitaré unos doce mil euros. Si estos doce mil euros los repartimos entre los ocho años salen a mil quinientos anuales, que sumados a los dos mil seiscientos euros de devaluación de valor del vehículo sale un total de cuatro mil cien euros anuales de pérdidas. Eso sin contar reparaciones y mantenimientos. O sea, que, por ejemplo, si durante ocho años pudiera "separar"cuatro mil cien euros, al término de éstos habría reunido casi treinta y tres mil euros.

De repente me levanto de la silla. Con educación le digo al vendedor que me disculpe pero que ya no estoy interesado en otro Golf y salgo por la puerta del concesionario sin mediar más palabras.

De camino a mi casa me planteo dos cosas: si realmente necesito un coche y, si es así, porque no uno que valga ocho mil en lugar de veintitres mil? De ser así, lo único que puede pasar es que mis compañeros de trabajo me tomen el pelo diciendo que mi coche de ocho mil euros no vale nada. 










jueves, 9 de octubre de 2014

14. MI CUÑADO ES IDIOTA

Efectivamente, ya lo he mencionado en anteriores entradas y creo que se merece que dedique un tiempo a su imbecilidad.
Como siempre empecemos por el principio. A mi nunca me ha caído bien, es un ser arrogante, despreciable, déspota, engreído y para colmo es feo.
Es la típica persona que lo suyo siempre es lo mejor. Frases como: "Me he comprado este televisor porque era el mejor del mercado" o "Piensa que mi empresa, si me echaran a la calle, seguro que tendrían que cerrar en menos de un año" están al orden del día.
Les voy a describir un poco su persona:
Se trata de un individuo que no tiene más que el certificado de escolaridad. Tras varios empleos basura tuvo la suerte de entrar en una empresa donde el jefe es todavía más imbécil que él, y como los imbéciles son solidarios pues todavía conserva su puesto. Su trabajo consiste en hacer albaranes. Para ese cometido cobra un sueldo de mil cuatrocientos euros, aunque él considera que dada su enorme responsabilidad debería cobrar el triple.
En la época de las vacas gordas se compró un Audi A4 financiado a seis años, ya que, según sus propias palabras, era intolerable que yo tuviese un coche mejor que el suyo. (Yo tengo un VW Golf)
Su mujer parece ser ligeramente más inteligente que él y me tiene a mí como su confesor. Trabaja de cajera en un supermercado y, según ella, se ha cepillado a todos los que se han dejado. Esto lo puedo corroborar ya que en más de una ocasión me ha utilizado de tapadera para sus encuentros. Incluso, me ha prometido pagarme mis favores de encubridor en especias... cosa que yo he rehusado amablemente. Ahora se está tirando a un tipo que conoció en el aparcamiento del supermercado. Se llama Luís y según parece es un tigre en la cama.
Recuerdo no hace mucho, en una charla de sobremesa cuando el idiota de mi cuñado, a propósito de una conversación sobre cuernos, sentenció: "Yo, si mi mujer me engañara, lo sabría desde el primer momento" Debo decir que abandoné la mesa para ir al lavabo ya que no pude contener la risa. Cuando volví de nuevo, tras excusarme alegando que me había atragantado mi cuñado prosiguió: "Además, creo que los maridos cornudos tienen la culpa ellos mismos de serlo, seguro que no se les debe levantar o algo por el estilo"
Tuve que ausentarme de nuevo.
Dejemos  de un lado las infidelidades y prosigamos. Además de idiota es terco. Es capaz de defender lo indefendible sólo por no tener que reconocer una equivocación. Cuando va a un restaurante es de los que nada le parece bien, chilla a los camareros y se indigna cuando los llama para pedir más bebida y tardan más de lo que él considera un tiempo de espera "normal" y, por supuesto, si en el menú del día no hay nada que le guste empieza a exigir platos de la carta a precio de menú. Su frase predilecta es: "Si pago tengo derecho a que me atiendan como yo quiero"

Además de imbécil se cree que es un Clint Eastwood o algo por el estilo. El mismo día que me casé con su hermana coincidimos el el lavabo, se acercó a mí y me dijo: "Si le haces daño a mi hermana voy a matarte" Evidentemente ni me molesté en contestar.

En fin, podría continuar sin parar durante días, pero todo iría a parar a la misma conclusión: MI CUÑADO ES IDIOTA.




lunes, 6 de octubre de 2014

13. GAS

En efecto, hay muchos tipos de gases pero el que hoy nos ocupa es, nada más y nada menos, el que liberamos cada uno por el ano. 
Y es que una vez leí no se donde que un adulto expulsa de media unas doce ventosidades diarias. Eso puede parecer poco, de hecho sale una ventosidad cada dos horas y si contamos que nada más despertar una adulto expulsa de tres a cinco manchegas entonces la media diaria baja de forma considerable.
Con todo, esto no son más que números que representan una media, esta media no siempre se cumple. Pongamos por ejemplo a mi amigo José Manuel. El muy guarro, no contento con hacer subir la media nacional de ventosidades, va y las graba con el Iphone para luego enviármelas por Whatsapp utilizando las notas de voz. 
Al principio tenía gracia que un hombre hecho y derecho, de cuarenta y un años de edad, subdirector de una empresa mediana enviase sus pedos por Whatsapp. Pero la cosa se ha vuelto obsesiva. El otro día accedí a la carpeta interna del Whatsapp. En ella se guardan todos los archivos adjuntos del programa de mensajería tales como fotos, música, ubicaciones y.... notas de voz. Pues bien: tenía 562 notas de voz registradas, o lo que es lo mismo: 562 ventosidades de José Manuel.
Inmediatamente lo llamé:
           -Creo que tienes un problema, o sea, yo iría al médico. He visto que empezaste hace un mes y medio, lo cual hace una media de doce flatulencias diarias; considerando que me puedas enviar el cincuenta por ciento de tus cuescos sale que te tiras un pedo por hora. 
José Manuel reía escandalosamente al otro lado del teléfono.
          -Joder tío! Eres la leche! Nunca me había parado a pensar que me soltase una vez a la hora! 
          -Pues sí, y creo que tendrías que comprar algún medicamento o algo...
          -Verás, la culpa es de mi mujer que me ha puesto a dieta de verduras y legumbres...
De hecho, pensé que su mujer no era la culpable de que su marido fuera un guarro integral pero preferí no mencionarlo.
El hecho es que desde la llamada han aumentado los mensajes. Hoy le he bloqueado. Ahora me los manda por Hangouts.... maldita sea mi estampa!
Luego está el cacho cerdo de mi vecino. Creo que el tío se debe reservar para soltarlos todos en el ascensor. Y allí si que no hay escapatoria. Y encima el tío se disculpa:
          -Ostia, perdona, pero es que ya sabes que lo mío es una enfermedad.
Maldito tirapedos! Joder! Siempre me toca a mí! Y lo bueno es que debe ser verdad, porque como los tabiques de hoy en día son como son pues tengo que soportar diariamente su concierto de gases... y encima, como vive solo, tiene total libertad para liberarse. Que suerte la mía!

Pero hoy voy a vengarme. Resulta que he ido a comer a un restaurante en el que sirven comida típica americana. He comido unas ribs con salsa de miel y frijoles... He mandado doce pedos a José Manuel y ahora voy a ver a mi vecino.... Sí, soy un gorrino, pero me da igual.












miércoles, 1 de octubre de 2014

12. ME HAN INVITADO A UNA BODA.... Y NO VOY A IR

Bien, el título lo dice todo, creo que no hay más que decir... o quizás si.

Empecemos desde el principio, un sábado te levantas, te duchas, desayunas mientras ves las noticias y de repente una llamada interrumpe tu rutina. 
Resulta que es David, un "amigo" que no ves desde hace más de cuatro años ya que se fue a vivir a otra ciudad.
          -Xavi? Que pasa tio?! Cuanto tiempo! Oye! Hoy vengo a la ciudad, podemos vernos?
Movido por la curiosidad y la melancolía aceptas su oferta.
Llega la hora del encuentro y observas que no ha venido solo, viene abrazado a una mujer.
Tras los saludos y las presentaciones viene la bomba:
          -En seis meses nos casamos y "nos haría mucha ilusión" que pudieras venir.
Seguidamente te entrega una invitación a la boda donde se detalla el día, la hora, los contrayentes y el número de cuenta bancaria donde realizar el ingreso del "regalo"

Vamos a ver. Odio las bodas. De hecho asistí a la mía más por complacer los delirios de grandeza de mis padres y suegros que por nada. Si hubiera sido por mi mujer y yo no hubieramos casado por lo civil y con los invitados justos.

Pues imaginense ustedes la ilusión que me hace asistir a una boda ajena, y además pagar una fortuna por ella.

A veces pienso que soy raro, pero creo que debe existir una ley no escrita que dice: "Para ir a una boda las mujeres deben vestirse horteras o como Julia Roberts en Pretty Woman y los hombres como vendedores de coches usados. Durante la boda se tiene que llorar aunque te importe un pito. Cuando llega la comida se tiene que brindar por todo y comer lo más posible. Y finalmente, a la hora del baile, tienes que beber hasta reventar"... Ah! me olvidaba: "Y en todas las fotos tienes que salir con cara de idiota"

No me gustan las bodas, no me gusta el negocio que hay montado tras ellas, no me gusta esta costumbre de regalar dinero (En mi boda dejé bien claro que no aceptaría dinero), no me gusta la falsedad de los invitados, no me gusta que en mi mesa se siente gente que no he visto en mi vida, no me gusta la sesión de fotos con los novios, no me gusta el baile.... Nada. No me gusta nada. 

La sociedad de consumo ha convertido un día especial en un negocio. Porque, me puede alguien explicar qué necesidad pueden tener los novios para alquilar una limousine que les lleve de la iglesia al restaurante? Esto no es Hollywood. Ni nosotros somos estrellas. Somos los desgraciados que tras ir de viaje de novios a la conchinchina, volveremos a nuestros trabajos de mierda y a nuestro piso de ochenta metros cuadrados. Habremos pagado más de diez mil euros para simular ser príncipes y princesas por un día. Y ese dinero si lo hubieramos invertido en amortizar la hipoteca, por ejemplo, nos hubiera dado un rendimiento y una gran alegría al ver reducidos los años de las letras.

En fin, como he dicho antes, soy raro.... y como tal no pienso ir a ninguna boda más. 




viernes, 26 de septiembre de 2014

11. UN RESPETO A LOS VIEJOS!

Permítanme en esta entrada ser políticamente incorrecto.

De entrada debo decir que la educación que he recibido ha sido de respeto hacia esas entrañables personas. Por ejemplo: cederles el asiento en el bus, ayudarles a cruzar la calle o ayudar a llevarles la compra.

Con los años me he dado cuenta que existe un porcentaje bastante elevado de personas mayores con las que soy incapaz de mantener una postura correcta y educada. Porqué? La respuesta es simple: porque son peor que un crío de cuatro años.
Les voy a poner un ejemplo. Hace un año, por el puente de la purísima, fui con mi familia a un complejo vacacional en la costa. Precios asequibles, pensión completa y entretenimiento continuo para los más pequeños fueron los valores que me hicieron decidir a contratar mis mini-vacaciones.
Pero yo no contaba que compartiría mi estancia con una excursión de más de ochenta jubilados... les puedo asegurar que jamás en mi vida había tenido que luchar a capa y espada para conseguir un trozo de carne del buffet libre. Pero que manera de comer! Como apartan a la gente dando codazos en buffet libre! y ademas resulta que hay una ley no escrita que reza lo siguiente: en un buffet libre tienes que mantener una cola para ir pasando por delante de toda la comida y hacer acopio de ella en el plato más grande que encuentres.
Pues yo, incauto de mi, salté de las ensaladas al arroz y de las patatas al pan....
          -Oiga señor! Que usted se ha colado! Ha cogido la parte de la paella más buena y el pan de aceitunas!
Me espetó una adorable viejecita con voz de ogro indignado
         -Oiga señora! Que en un buffet no hay colas, y si le gusta el pan de aceitunas pida más!
Esta conversación la escuchó una camarera del restaurante y cuando la viejecita adorable se largó madiciendome se acercó a mí y con voz de complicidad me dijo:
         - No se preocupe, esto es lo más normal. Los jubilados son, con diferencia, los peores clientes del hotel.
La cosa no termina ahí, ya que al día siguiente mi hija de seis años cometió el mismo error que yo y una vieja que sostenía un plato lleno hasta los topes le empujó gritándole que no se colara. Yo, que oí los gritos desde la mesa, me levanté y caminé hacia la señora y en un tono bajo a lo Clint Eastwood le dije:
          -Oiga abuela, si vuelve a gritar a mi hija le rompo los pocos dientes que le quedan.
Ella, en su furia, llamó a su marido y a los camareros.
          -Este señor me ha amenazado!
          -Yo? Perdón señora. Se confunde usted. Jamás sería capaz de tal cosa.- Contesté con cara de Pocoyó.
En fin, el asunto se resolvió con los empleados del hotel poniendo paz entre los dos.

Y es que mi pregunta es la siguiente: qué les ocurre a la gran mayoría de personas cuando envejecen?
La respuesta es evidente: que necesitan comer hasta reventar y que se creen con más derechos que el resto de mortales.
Esto me asusta ya que pienso que tal vez en unos años yo también me convierta en un ser despreciable y voraz como los que encontré en el hotel, porque, quien me asegura que dentro de veinte años no le diré a todo el mundo: "Qué vas a saber tú, si todavía no has salido del huevo?"

Sea como sea preferiría ser un anciano como los que mis padres me contaban que tenía que respetar: con experiencia y sabiduría. No como los de hoy en día que están esperando las cartas del imserso para apuntarse los primeros y poder ir casi de gorra a llenar el buche a cualquier hotel del país durante una semana.
No quiero ser el viejo que cree saber más que nadie ni el que da por sentado que por el hecho de ser anciano todo el mundo tiene que tragarse sus inaguantables batallitas.
Y por supuesto no quiero ser el viejo que critica a la juventud y sus locuras porque simplemente ha olvidado que él también fue joven.










jueves, 25 de septiembre de 2014

10. LOS TRABAJADORES NO TIENEN DERECHO A PONERSE ENFERMOS

En efecto, llevo dos días con fiebre... y como buen empleado....HE IDO A TRABAJAR.
Y es que prefiero contagiar a toda la oficina que tener que oír el sermón que el cabrito de mi jefe suelta a todos los que llaman diciendo que no pueden venir porque están enfermos. Siempre es el mismo y siempre actua del mismo modo: El incauto trabajador llama por teléfono por la mañana para justificar su ausencia debido a una enfermedad y él se levanta de su despacho  teléfono en mano y se dirige hacia la sala de oficinistas hablando en un tono más alto de lo habitual para que todos lo oigamos: 
         
               "Haz lo que tu conciencia te dicte! Pero piensa que yo he ido a trabajar con 40 de fiebre! Jamás he faltado a mi puesto de trabajo! Incluso cuando murió un pariente cercano mío no asistí al funeral para poder estar en el trabajo! Pero bueno, cada cual sabrá lo que hace! Ahora tus compañeros tendrán que hacer tu trabajo y posiblemente tengan que alargar su jornada porque tu no estás aquí! En fin, que te recuperes!"

Como se podrán imaginar, tras colgar el teléfono, a uno se le queda un sentimiento de culpabilidad difícil de superar.
Es por este motivo que estoy esparciedo gérmenes por toda la oficina, e incluso me he asegurado de toser muy cerca de mi jefe, a ver si realmente viene a trabajar con 40 de fiebre. Tambien he intentado que el susodicho se percate de que estoy muy enfermo pero que estoy a pie de cañón, a ver si se da cuenta que soy un abnegado trabajador. 

El problema viene con la dichosa productividad. Con tanta fiebre no doy palo al agua y mis funciones escaqueadoras estan gravemente afectadas con lo cual mi jornada laboral, que es larga de por sí, se está haciendo interminable.
Hace un rato me he pasado más de media hora en la fotocopiadora, sentado y mirando al infinito. Luego he simulado buscar unos expedientes en la habitación de los archivadores durante media hora más. Seguidamente me he ofrecido para ir a comprar la leche de la Nespresso al supermercado... porque yo he tirado la que había por el retrete para poder escaquearme. No hace falta decir que me he pasado cuarenta y cinco minutos en el super. Y luego estan las llamadas ficticias. Descuelgo el teléfono y simulo hablar con un cliente durante un buen rato. Esto no es nada fácil, ya que tengo que desconectar el cable de mi terminal disimuladamente, no vaya a ser que me llamen mientras hablo solo. La cuestión es que el supervisor vea que estoy ocupado. Pero no es tarea fácil, siento que cada vez tengo más fiebre y la sensación de frío aumenta, con lo que mi estáncia en la oficina se está conviertiendo en una pesadilla... y todo por no tener que oír al tirano de mi jefe como me tira en cara que soy una mala persona.
Creo que pediré permiso para ir a la farmacia a comprar un ibuprofeno. Mi jefe seguro que pensará que soy un tipo dedicado a la empresa ya que, en lugar de querer marcharme, deseo permanecer en mi puesto y para ello necesito medicación.

          "Como? Que quieres ir de paseo porque te encuentras un poco mal? Tu quédate donde estás, y cuando llegue la hora te vas a casa, te tomas algo y te metes en la cama a sudar. Mañana estarás como nuevo!"

Maldita sea mi estampa! He olvidado que mi jefe es un explotador y un tirano. Maldita sea!




lunes, 22 de septiembre de 2014

9. VENDO BICICLETA POR NO USAR

La cuestión es la siguiente:
He puesto a la venta mi mountain-bike. La compre hace un par de años en un arrebato de: "Quiero ponerme en forma como sea" y tras gastarme 500 € en la bicicleta más otros 300 € en el equipamiento,  empecé a pedalear. 
El resultado no se hizo esperar, al cabo de tres días compré un soporte de pared para bicicletas y una funda de nylon. Coloqué el soporte en el garaje, tapé la bicicleta con la funda de nylon y la colgué para siempre.
Valor total de mi arrebato: 900 €
De manera que tras dos años de estar colgada en la pared he decidido venderla ya que la opción de volver a pedalear está totalmente descartada.
Hice las fotos pertinentes a la bicicleta y entré en una famosa página de compra-venta online para redactar y publicar mi anuncio. 
                   

                          "Vendo Mountain-Bike con doble amortiguación y 24 marchas                                       prácticamente nueva con equipación de hombre. Vendo por no usar.                                                                  Precio 300 € no negociables"


Y bien? Parece claro y conciso, no?.... pues no es así.

Primera llamada: "Si me la dejas por 100 € te la compro"
Pero vamos a ver. Lo de 300 € no negociables está escrito en tinta invisible o es que no puedes leer mas de dos líneas seguidas.

Segunda llamada: "No tengo dinero, si quieres te la cambio por una nevera que tengo y que no uso"
Pues va a ser que no, porque, la verdad, no se qué te hace pensar que todavía guardo los alimentos en sal para que se conserven.

Tercera llamada: "Porque la vendes?"
"Vendo por no usar" significa que quiero cambiar mi bicicleta por dinero porque me he dado cuenta que no la utilizo desde hace mucho. Capisci?

Cuarta llamada: "Tienes que bajarme el precio si quieres que me la quede"
Y tu tienes que colgar el teléfono si no quieres que te mande a la mierda.

Quinta llamada: "A ver, yo creo que la vendes cara, no creo que la vendas, quédate mi móvil y cuando bajes el precio me llamas"
A ver, yo creo que eres idiota, quédate mi móvil y te lo metes por el ****

Sexta llamada: "Me interesa la bicicleta, pero me la tendrías que enviar a Badajoz, y ya que no te regateo el precio los portes los pagas tu, ok?"
Pues no. De manera que si no quieres pagar portes te vienes, la pagas y te vas a Badajoz pedaleando.

Y así un sinfín de llamadas. Y yo pregunto: Puede ser que todos los tontos quieran mi bicicleta?
Pues a la vista de las llamadas parece que sí.






viernes, 19 de septiembre de 2014

8. AHORA RESULTA QUE TENGO CONCIENCIA

Así es. Ya se que a simple vista puede parecer una entrada chorra pero la cuestión es que es así.
Resulta que, desde hace un tiempo, he notado que mis relaciones sexuales han disminuido considerablemente. De hecho, y disculpen ustedes la franqueza, hace meses que no mantengo relaciones con mi amada esposa. Siempre hay algún tipo de excusa por la cual tengo que largarme de su lado sin tan sólo una pequeña caricia. En mis tiempos de juventud, ante tal desapego, hubiera buscado el placer carnal fuera de mi relación (en efecto, siempre he sido una persona con recursos) Pero a mi edad, y por consiguiente, con el deterioro de mi semblante, esa tarea se me presenta difícil. De todas formas lo he intentado. En la oficina hay una compañera que desde hace tiempo me ríe todas las gracias por absurdas que sean. De manera que decidí manejar la situación. Así que, el la media hora del desayuno, me acerqué a ella y le propuse una cena. Para mi asombro aceptó a la primera y sin pensarlo. Tal reacción provocó en mí una euforia y un sentimiento de seguridad extremo.
Por fin llegó el día, tras idear una elaborada coartada para mi mujer, asistí a la cita. El restaurante en cuestión estaba al otro lado de la ciudad, lejos, muy lejos de mi casa y de la casa de cualquier conocido y/o familiar. Ella, con increíble puntualidad, asistió a la cita. Cenamos, reímos y tras lanzar toda la artillería pesada en cuestión de seducción (cogerle la mano, alabar su belleza y su forma de ser, tocarle el pelo sensualmente como quien no quiere la cosa, simular que los dos pensamos igual, reír, mirarla a los ojos...) llegó el momento de pagar la cuenta y proponer alguna cosa interesante.
A la pregunta:
          -Qué te gustaría hacer ahora?
Ella respondió:
          -Estoy agotada, creo que voy a volver a mi casa.
Yo, que jamás me rindo, propuse con voz interesante:
          -Bien, pues te acompaño al coche
Ella respondió:
          -Gracias, eres muy galán, pero he venido en metro
A lo que yo repliqué:
          -Si no te molesta, puedo llevarte.
Ella tardó una fracción de segundo en contestar afirmativamente, de manera que entramos en mi coche y la llevé a su casa.
          -Hasta mañana, me lo he pasado muy bien -le dije cuado llegamos frente a su portal. 
Ella tibuteó un instante antes de preguntar:
          -Si quieres, ya que tienes el coche aparcado (gran táctica la mía!) puedes subir a tomar algo
 Yo respondí forzando timidez:
          -Por favor, no era mi intención que te sintieras obligada a invitarme, Dios! yo no...
Ella no me dejó terminar la frase que, de todos modos, no sabía ni cómo acabar
          -Te gustan los Gin Tonics?.
 Yo aparentando asombro y complicidad le contesté:
          -La verdad es que no tomo ninguno desde hace más de diez años.- (Que mentiroso soy!)
Ella, asombrada dijo:
          -No me lo puedo creer! Pues sube  conmigo que te voy a preparar mi preferido!
No hace falta decir que la sensación de victoria fue increíble. No me puse a bailar claqué porque se hubiera notado mucho. Subimos a su piso y, tras disculparse por el desorden, empezó a preparar el Gin Tónic. Nos sentamos en el sofá y tras brindar por no se qué empezamos a beber.
          -Está delicioso -dije.- te ha salido perfecto, eres una caja de sorpresas!
          -Bueno, gracias, pero tu tambien debes tener una habilidad escondida...
          -Si, bueno, sí la tengo, pero no creo que en una primera cita sea lo más adecuado...
Ella rió y añadió:
          - Tu habilidad implica tener que quitarme la ropa?
          - No necesariamente...
Para los lectores debo aclarar que entre mis titulaciones inútiles tengo la de "Quiromasaje corporal y terapéutico" Tambien tengo otras como por ejemplo el carnet de carretilla elevadora o el de manipulador de alimentos. 
Pero volvamos a lo que nos ocupa porque, tras responder, me levanté dejando el vaso de Gin Tonic sobre la mesa y me senté tras ella en el sofá, empecé a masajear suavemente la nuca y los hombros por encima de la ropa mientras le contaba lo de mis titulaciones absurdas. Fue al cabo de un par de minutos cuando me invitó a proseguir sin ropa... Un flashback de mis niños y mi mujer apareció de repente en mi mente. Qué estaba haciendo? Aquella pequeña aventura de la cena terminaría irremediablemente en un gran polvo... Mierda!
          -Me gusta lo que me has dicho - Contesté.- Pero aunque me muero de ganas, creo que no es una buena idea.
Joder! sí! Yo dije esas palabras!
De manera que tras disculparme miles de veces, nos dimos un abrazo y me despedí de ella.
Maldita conciencia! 







martes, 16 de septiembre de 2014

7. PARQUES TEMÁTICOS

Pues sí. Parques temáticos. Anteriormente dije, contestando a un comentario, que algún día hablaría de ellos.
Hace años tuve la gran suerte de poder viajar durante dos años a lo ancho y largo del planeta. Esta experiencia me sirvió para ver que el mundo está lleno de cosas interesantes, de cosas menos interesantes i de cosas inútiles. Y en este último apartado es donde entran los parques temáticos.
Cuando pienso en un parque temático lo primero que me viene a la mente es: colas interminables, gente con mochilas, comida basura y recuerdos inútiles. No me malinterpreten. No estoy en contra de los parques temáticos, He visitado un gran número de ellos en Europa, América y Asia.... pero sigo sin encontrarle el sentido. Vamos a analizarlo punto por punto.
          
          Empecemos por la entrada:

Aquí encontramos unas larguísimas colas de gente calzados con deportivas, pantalones cortos, camiseta y una mochila llena a reventar de vete a saber que. Los que hacen cola se podrían agrupar en cinco grandes grupos:
                   
                   - Los alumnos de viaje de fin de curso
Estos vienen en manada. Sus conversaciones suelen ir por "pues yo cuando vine la otra vez subí siete veces a tal atracción!" "pues yo subí catorce veces!" "pues a mi se me paró la atracción cuando estábamos arriba".... y a ver quién la dice más grande.
                   
                   - Los grupos de amigos
Estos son algo mayorcitos. Normalmente vienen en pareja y el propósito de los chicos es demostrarse a sí mismos y a su pareja que tienen más agallas que nadie. Para ello suben a una atracción donde el riesgo está calculado para que sea prácticamente cero.
                   
                   - Las famílias
Son mis favoritas. Son los que llevan las mochilas más grandes y los que visten más horteras. Los progenitores embadurnan a sus hijos con cremas solares, y su grito más común es: "Niño, estate quieto!"

                   - El grupo de gente que ha obtenido la entrada gratis
La envídia de los demás. Aquí hay de todo, desde el que viene porque es gratis hasta el flipado que no puede estarse quieto por la emoción de subirse a un tren que recorre el parque.

                   - Yo
Soy el que dice: "Joder! voy a pagar más de cuarenta euros por una entrada y con la gente que hay no me voy a subir en ningún lado"


           Las atracciones

Alguien piensa que el secreto del éxito de un buen parque de atracciones es poner un hilo musical detestable por todos lados. Y lo mismo con las atracciones. Alguien piensa que las atracciones mas guays son las que remojan, centrifugan o marean al visitante.
Hay una fórmula no escrita que dice: A atracción más salvaje: cola más larga. Y creanme que es cierto. Alguien se ha parado a pensar que en las colas de los parques de atracciones es donde tiramos nuestro dinero? Pongamos que entramos en el parque a las diez y nos marchamos a las ocho. Son diez horas. Descontamos una para comer quedan nueve. Si hemos pagado cuarenta y cinco euros por la entrada son cinco euros la hora. Bien? Pues prosigamos. Pongamos que cada atracción que subimos tiene cuarenta y cinco minutos de cola. En nueve horas subiremos como mínimo a seis atracciones, eso son cuatro horas y media de cola, o sea veintidós euros con cincuenta. La mitad de la entrada la pasamos perdiendo el tiempo haciendo cola. Pero ahí no acaba todo, porque para soportar mejor la espera podemos comprar refrescos, palomitas u otros tipos de comida a precios de escándalo, de manera que la pérdida es mayor todavía. Y para colmar la bancarrota doméstica está el recuerdo con la foto de "Yo he subido a esta atracción" que, obviamente, tiene un precio astronómico.


          Los restaurantes

Comer en un parque temático es sinónimo de comer caro, poco y malo. La comida parece que se haya cocinado la semana anterior y las bebidas tienen más hielo que bebida. Normalmente es un self-service donde todo suele estar muy limpio y la comida etiquetada, para que los que no sepan como son unas patatas fritas las identifiquen al instante. Aquí tambien suele haber cola, y ésta es todavía peor ya que el hambre aprieta y la bandeja pesa lo suyo. Luego, tras pagar, viene la difícil tarea de buscar una mesa libre y limpia, normalmente siempre es la que está en la esquina más alejada de la caja. Tras acabar de comer te tomarías el capricho de un helado, pero sólo con ver la cola en el self-service se te pasan las ganas.


          Resumen

Resumiendo: Quedas agotado de caminar, asqueado de las colas y con la billetera vacía. Pero como soy así de cabezota, continuaré visitando parques temáticos, a ver si algun día encuentro alguno donde no haya colas, tenga un precio razonable y la comida sea buena




lunes, 15 de septiembre de 2014

6. COLGAR UN CURRICULUM

Quiero cambiar de trabajo. No me gusta el que tengo. Tengo que aguantar las ventosidades mi compañero de mesa, las hazañas sexuales de mi supervisor y las miradas despectivas de mi jefe... todo eso por 1050 euros al mes. Sí, ya se, alguien dirá que soy un afortunado al tener trabajo y cobrar más de mil euros... pero llega un momento que mis diez u once horas laborales aguantando toda clase de vejaciones verbales deja huella en mi carácter, y eso se traduce en un malestar y una mala leche contínua difícil de soportar. De manera que he decidido buscar trabajo en portales de internet dedicados a ello.
La página dice así: "Regístrate en sólo tres minutos".... Manda huevos!
Tres minutos! En tres minutos no rellenas ni los datos personales! He tardado más de una hora! Pero que manera de rellenar datos! Y encima busca una foto donde mi semblante sea mínimamente aceptable y que "pese" poco para colgarla en en currículum. He acabado totalmente agotado. Pero ya está. Mi flamante curriculum ya está en poder de una empresa dedicada al intercambio de ofertas y demandas laborales. 
Y ahora yo me pregunto: Es realmente viable? Lo digo porque tras inscribirme a una oferta he visto que, conmigo, había más de trescientos inscritos... Creo que la persona responsable de seleccionar los currículums que encajan más con la oferta es imposible que lo haga de una forma responsable. Qué baremos utiliza para el descarte masivo? Que la persona sea físicamente agradable? Que viva en la misma ciudad? Revisa los 150 primeros y descarta el resto?
Muchas ofertas utilizan las llamadas "Kill Questions" donde el mismo candidato se descarta a sí mismo según sus respuestas... y yo digo: Habra gente tan idiota que a la pregunta: Crees que podrías aportar algo nuevo a tu puesto de trabajo? Contesta: NO? Puede que alguien diga que no, pero la gran mayoría contestará "SI" anuque no sepa ni qué funciones desempeña en el puesto solicitado.
Luego está el "empresa líder en su sector"... y eso qué diablos significa? Líder en qué? Si es tan líder, porqué no pone su nombre? Porqué ellos sí saben el mío y yo no se ni dónde me estoy inscribiendo?
Y finalmente... porqué me descartan sin haber leído mi puñetero currículum? Yo tengo trabajo, pero la gente que está en paro sin cobrar nada... Un descarte tras otro, un currículum leído y posteriormente descartado... luego otro descarte... DESESPERACIÓN... pero antes muerto que rendirme!





martes, 9 de septiembre de 2014

5. CAILLOU... COMO LO ODIO

Así es. Tengo un odio irracional a ese personaje de dibujos animados llamado Caillou.
Para los profanos en el tema aquí tienen una imagen del susodicho:



Y bien? Sí, ya se que visto así puede resultar hasta simpático y todo. Pero les aseguro que es odiosamente repulsivo.
Entremos en materia: Caillou es el hijo mayor (casi 4 añitos), tiene una hermana más pequeña, dos padres y una abuela que todavía da más rabia que el propio Caillou.
Cada episodio es relatado por la abuela. En ellos el niño descubre cosas muy interesantes como que la lluvia moja o que es guay pasear al perro.
Los padres son perfectos. Si un dia él tira la leche al suelo, los padres le explican utilizando todo tipo de argumentos sensatos que eso no está bien. Jamás pierden los nervios. Nunca se enfadan. Y el niño lo entiende todo a la primera.
He leído en algunos blogs que el chiquillo tiene cáncer y por eso es calvo.... leyenda urbana obviamente, ya que en ningún episodio aparece tal enfermedad. Con todo hay gente que lo defiende a capa y espada, acusando a los que le odiamos de insensibles a su imaginaria enfermedad... en fin, siempre tiene que haber el típico que no se entera. 

Estoy convencido que una de las razones por la cual odio estos dibujos es su horrorosa perfección. Pienso que si tuviera un hijo igual lo llevaría al psicólogo para que se lo mirase bien. Los niños de verdad no son tan atontados como Caillou. Los padres de verdad no son tan educativos como los padres de Caillou. Y las abuelas de verdad no se pasan el día relatando cuentos chorras. 
Un ejemplo: en un episodio el crío se escapa de casa y se va a dar una vuelta por el barrio. Cuando vuelve, los padres, sin perder la calma, le dicen que eso no está bien y que no lo vuelva a hacer.... Vaya tela!
Estoy por pensar que los guionistas tienen alguna enfermedad mental. 
Pepa Pig, por ejemplo, va dirigida al mismo "target" de edad que Caillou... y no es para nada repulsivo. Pero empezando por la sintonía (por cierto en V.O. no mejora) y acabando por las risas postizas finales del capítulo, despiertan en mí un sentimiento de odio difícilmente igualable. 
Puede que haya algun lector que piense que estoy desequilibrado mentalmente y puede que tenga razón. Tal vez sea de ver demasiados episodios de Caillou.



lunes, 8 de septiembre de 2014

4. YA HACE UN AÑO QUE NO FUMO... Y CÓMO LO ECHO DE MENOS!

Efectivamente. Soy un ex-fumador. Pero no soy el clásico ex-fumador que ahora odia a los fumadores, yo al contrario. Y, porqué?
La respuesta es muy fácil, dejé de fumar para demostrarme a mí mismo y a los demás que era capaz de hacerlo. Estaba harto de la típica conversación:
         - Tienes que dejar de fumar
         - Yo controlo. Cuando quiera lo dejo y en paz.
         - Eso lo dices ahora pero no es tan fácil. Te falta voluntad. Eres un esclavo de la nicotina y tu ni siquiera lo sabes
Normalmente, llegados a ese punto, encendía un cigarrillo y mandaba a tomar viento a mi interlocutor. Pero un día que hablaba con el idiota de mi cuñado terminé la conversación:
         - ... Pues mañana dejo de fumar!

Y así me he mantenido durante un año. Pero despues de ese periodo pienso que sería una buena idea comprarme una cajetilla de mis Camel Light y celebrarlo. Pero claro, tendría que esconderme, no fuera caso que alguien se chivase a mi cuñado. Entonces sería mi perdición. Ese error bastaría para un "LO SABÍA" eterno. Cada vez que nos viesemos me lo tiraría en cara. Y no contento con eso seguro que metería cizaña entre mi mujer y yo, lo cual nos llevaría irremediablemente al divorcio. Y mi ex-mujer me restrigiría las visitas a mis hijos con el pretexto que soy un perdedor. Y todo por culpa de un simple cigarrillo y un cuñado con mucho tiempo libre.
Y eso me lleva a: dónde diablos me escondo para fumarme un cigarrillo? En casa ni pensarlo, todo el mundo olería el tabaco nada más entrar. En el trabajo imposible, mi querido cuñado conoce a gente que conoce a gente que trabaja conmigo. Luego está la calle, pero es increíble la cantidad de posibles conocidos que me puedo encontrar. Ya lo tengo. El parking. Tengo el coche en un aparcamiento individual cerrado con una persiana. Ya está. Ya lo tengo.... MIERDA! Tengo que comprar la cajetilla de tabaco! Alguien podría verme! Dios! Es más fácil ponerle cuernos a mi mujer que fumarme un cigarrillo!... Voy a darme de alta en Ashley Madison. Cuando mi mujer me descubra le explicare que es por culpa de su hermano que no me deja fumar.








sábado, 6 de septiembre de 2014

3. TENGO UN MÓVIL ANTIGUO... Y QUÉ PASA?

Así es. Tengo un Sony-Ericsson Xperia Neo de color azul marino. Lo compré en 2011.

Pues resulta que tengo un dinosaurio y yo sin saberlo. En la oficina he tenido que aguantar comentarios tipo: "A ver si te cambias el móvil antes de jubilarte" o también "Esto que tienes puede mandar sms o no?" o "No lo cambias porque le has cogido cariño?"
Creo que a veces nos nubla la idiotez y no nos damos cuenta que somos víctimas del consumismo. Les pondré un ejemplo. Cuando salió al mercado el primer ipad yo me lo compré. Hoy, casi cinco años después, aunque funciona perfectamente, no sirve para nada. La gran mayoría de aplicaciones no son compatibles con ese primer modelo. Pueden ustedes imaginarse el cabreo que llevo con la manzanita de las narices.
Pues no pienso volver a hacer el primo con el teléfono. Hoy en día, al menos en mi oficina, si no tienes un Samsung más grande que un retrovisor de camión o un iphone 5 no eres nadie. Ergo yo no soy nadie, pero me da igual.
Hace unos días oí esta conversación: "Si, ya ves, me costó 600€ el teléfono, pero vale la pena, hace unas fotos increíbles, todas las fotos de las vacaciones han salido perfectas"

... soy el único que piensa que este tío haría lo mismo con un teléfono de 100 € y una cámara compacta de 200€?... pues va a ser que sí, porque expuse mi teoría y me tildaron de ignorante:
"A ver, con ese fósil que llevas más vale que no opines" "No sabes de qué hablas" "No ves que de esta forma lo tienes todo en uno?"... Y lo dice el tío que su móvil-tablet no le cabe ni en el bolsillo interior de la americana... manda huevos!

Luego está mi cuñado. Lo suyo si que es grave. Desde que tener un producto Apple es "cool" el tío se lo compra todo. Y yo tengo que aguantar comentarios como: "Nunca sabrás lo que es un buen teléfono hasta que no tengas un iphone... pero claro, yo entiendo que son caros y no todo el mundo puede tener uno"  
Y no veas el día que me cambié el portátil Acer que tenía por un Vaio: "Je,je,je, estos ordenadores se los compran la gente que no llega a un macbook" Habla el tío que se gastó un dineral en un macbook SÓLO PARA LEER EL CORREO y descargarse películas. Verdaderamente pienso que soy un bicho raro. 

En fin, yo tengo mi Xperia Neo para telefonear y mi cámara compacta para hacer fotos, soy un neandertal de la tecnología, y la gente que diga lo que les de la gana.




miércoles, 3 de septiembre de 2014

2. EL FIN DE LAS VACACIONES

Los franceses tienen una palabra para eso: La rentrée.

...O lo que es lo mismo: reanudar un trabajo o estudios después de un periodo vacacional. Y es que lo que más me pone de los nervios no es volver al trabajo con la rutina que se le asocia, no es el hecho de volver a trabajar, ni tan sólo el haber de soportar las colas de vehículos a las horas punta.... es el haber de soportar las explicaciones hiperbólicas de las vacaciones de todos los compañeros de trabajo... y eso cuando no lo acompañan de las fotos tomadas del móvil.

          -... Pues si, nosotros hemos ido de crucero por el Mediterraneo y hemos estado en todos los sitios. 
          -... Pues nosotros hemos alquilado un apartamento en la playa y ha sido un gustazo.
          -... Pues nosotros hemos viajado a Londres y nos ha ido muy bien.
          -... Pues nosotros hemos ido al camping con la caravana.
          -... Pues nosotros haremos las vacaciones en Septiembre u Octubre.

Analicemos cada uno de ellos. 

El del crucero

          Este es el típico que le gusta que se lo den todo hecho. Le importa un comino el país que visita, su historia, sus gentes y sus costumbres. Mientras le lleven en bus al Coliseo de Roma y pueda tomar cincuenta fotos con su cámara reflex digital ya está contento. Él sólo quiere que le den comida en abundancia, bebida y poder decir: "Yo he estado ahí"


El del apartamento

           Este ha pagado una fortuna por una semana en un apartamento en la costa para hartarse de sangría, claras, quemarse al sol y bañarse en una playa abarrotada de gente. Todas la fotos contienen lo mismo: playa, apartamento y paellas.


El de Londres 

           Este me cae bien. Intenta hacer turismo de a pie. Ha buscado en Google "Qué hacer en Londres" y ha hecho lo que ha podido. Ha visitado los lugares más emblemáticos y, de casualidad ha encontrado algún rincón todavía inexplorado para el turista medio. 


El del camping

           Este se merece un premio. No tan sólo no ha hecho vacaciones sino que encima va a repetir el año que viene para poder amortizar la fortuna que vale una caravana.
Este ha fregado platos en picas comunitarias llenas de restos de comida ajena, cuando ha ido a hacer sus necesidades al baño del camping ha encontrado que el anterior usuario no ha tirado de la cadena, ha necesitado un día entero para montar el avancé y otro día para desmontarlo, ha aguantado las broncas matrimoniales de los de la parcela contigua, ha cocinado espantando moscas y se ha hartado de decir: "niño, vigila con la bici"


El del Septiembre

            Ese es el más inteligente de todos y el que dará mas envidia cuando llegue. Le habrán costado la midad y no se va a encontrar con las aglomeraciones. Normalmente suelta eso de que las va a hacer en Septiembre con cierta chulería como queriendo decir: sois unos pringaos.


En definitiva, eso de las vacaciones está bien, pero en la oficina deberían prohibir hablar de ellas.





martes, 2 de septiembre de 2014

1. HARTO DEL TRABAJO

Empecemos por el trabajo.

Soy uno de los afortunados que todavía conserva su trabajo. He sobrevivido a las cuatro oleadas de despidos en masa que ha habido en la empresa. Creo que me merezco una medalla al valor o algo por el estilo.
          La primera oleada se llevó por delante a once personas. Fue en Octubre de 2010. Un día vino la de recursos humanos junto con el director y, en un tono de "lo siento pero te ha tocado", fue llamando uno por uno a la sala de reuniones a los desafortunados.  La tensión que se vivió ese día fue máxima.
No encontrábamos el criterio por el cual se regía la selección. Llamaban a temporales, fijos, jefes de equipo, administrativos, comerciales.... cualquiera podía ser el blanco.
          La segunda selección fue en Febrero de 2011. Se alargó todo el mes y en ella aniquilaron tres de las cuatro sucursales que hay en el país junto con todos sus trabajadores y los responsables de dichas delegaciones en la central. Total: dieciocho personas.
          La tercera fue en Julio de 2013. Borraron del mapa a la filial que quedaba junto con sus empleados y las cuatro personas relacionadas con ella en la central. Total: ocho personas más
          La última  ola de despidos fue en Marzo de 2014. Seis personas más a la calle. Entre ellas el pelota número uno de la empresa. Es la única persona que no me da pena. Gracias a su relación con el director es el responsable directo de más de quince "nombramientos". Personas que se negaron en rotundo a hacer su trabajo y así sacarle las castañas del fuego, personas que eran una amenaza para su puesto o, simplemente, personas que no le caían bien.
          Ahora somos ocho contando al jefe. Hacemos más horas que un reloj, cobramos menos y trabajamos más. Y si no estamos de acuerdo nuestro director nos recuerda que hay más de cuatro millones de parados que harían lo mismo por la mitad. Con lo cual todos a callar.

Encuentro a personas que me dicen que, dadas las circunstacias, es una suerte tener trabajo... y tienen razón. O mejor dicho: tendrían razón si en el puesto de trabajo te tratasen como una persona.



PRESENTACIÓN

En primer lugar, y dado que es mi primer blog, voy a presentarme: me llamo Xavi, tengo cuarenta y un años y estoy harto de todo.

Lo de Xavi lo eligieron mis padres dos meses antes de nacer yo, mi primera opción era llamarme David, pero alguien (nunca he sabido quién) les dijo que TODOS los niños que se llaman David son unos "terremotos". Ellos creyeron a pies juntillas tal afirmación y me cambiaron el nombre. Así de simple... Aparece alguien te dice una chorrada basada en vete a saber qué y te cambian el nombre... No me malinterpreten, quiero mucho a mis padres, pero hay cosas que no alcanzo a entender.

Lo de los años me viene con el tiempo, como a todos. Según algunos "amigos" estoy en el equador de mi vida, por lo tanto a partir de ahora voy descontando... manda huevos!
La verdad es que he tenido consciencia de mi edad cuando algunos veiteañeros me llaman "señor". Es en ese instante cuando la percepción de mi mundo cambia completamente. Me doy cuenta que, por ejemplo, en el tema musical me he quedado anclado en los '80 y '90. Oigo alguna canción actual por la radio y me digo a mí mismo: "Esto es una version de tal canción de tal grupo de los ochenta"... malo... eso lo dice la gente de cierta edad.... como yo...
O la siguente afirmación: "Mi primer ordenador fue un Commodore 64"... creo que no hay más que añadir... no se si descuento o cuento... pero ya tengo cuarenta y un años...

Llegamos al "estoy harto de todo". Pues si. Así es. he llegado a esta conclusión yo solito.
Pero, qué es todo? Pues todo es todo.